Ya tenemos la historia ganadora de la propuesta que os lanzamos hace unas semanas. Queremos dar la enhorabuena al ganador y daros las gracias a los que habéis participado mandando vuestras historias a nuestro correo de Gestfuture. Aquí tenéis el relato ganador :
Yo realmente no tengo titulación universitaria, soy técnico superior en Administración y Finanzas y técnico superior en Gestión Comercial y Marketing. Esto es debido a que, hace unos años, cuando estaba terminando el Bachillerato mi padre falleció en un accidente de tráfico dejando a la familia sin su principal fuente de ingresos. Además del golpe emocional, tuve que escoger esta clase de estudios aparte de su gratuidad por su menor duración, pues lo que quería era ponerme a trabajar cuanto antes.
Tuve la fortuna de conocer vía internet a un consultor de empresas argentino, que me permitió ayudarle en sus tareas (a pesar de tener unos conocimientos bastante limitados) a la par que iba desarrollando mis estudios. De ahí viene mi amor por la consultoría. Colaboré de una forma totalmente desinteresada, por mi formación y por aprender cómo podía desarrollar las técnicas que me permitirían desempeñar un puesto superior en cualquier proyecto de negocio en el que trabajará.
He pasado por varios trabajos por cuenta ajena y, ¿qué os puedo contar? En casi todos, el trabajo era desmotivante, no tenía ningún poder de decisión ni se me valoraba por mi trabajo. Simplemente se esperaba que cumpliera ciegamente las instrucciones recibidas, aún cuando muchas me parecían realmente equivocadas. Puedo decir, con cierto orgullo que jamás se me ha despedido de ningún trabajo, más bien he sido yo el que he renunciado cuando he creído que esa empresa no podía aportar nada más a mi formación o a mi experiencia.
Y he aquí que hace dos años, con 23 recién cumplidos, lancé mi propuesta de JMA Asesores al mercado, orientándola sobre todo, como ya sabéis, al mundo del emprendedor y la creación de nuevos negocios. Esto es así, porque creo que hay mucha gente insatisfecha en su trabajo y que podría hacer perfectamente las cosas de manera autónoma pero carece de los conocimientos para ello. Nuestra intención es, ni más ni menos, que ser algo así como su "mano derecha" aportando los conocimientos y la experiencia de la que puede carecer la mayor parte de emprendedores.
Y ya véis, las cosas no nos han ido tan mal, como final feliz os puedo contar que no sólo trabajo en aquello que me gusta y haciéndolo de la forma en la que creo más beneficiosa para todos, sino que además este pasado mes de septiembre retomé mis estudios (hasta el momento me había seguido formando a base de seminarios, cursos, libros, artículos...) y comencé mi MBA ya que al contar con más de tres años de experiencia se me permite hacerlo a pesar de no contar con titulación universitaria.
Mi opinión al respecto es que, la actitud es lo más importante. A fin de cuentas, en el mundo del trabajo la diferencia viene marcada por tu actitud más que por tus conocimientos. Hay gente con grados medios (o incluso sin estudios) que llega más lejos que muchos titulados universitarios. Eso lo genera la actitud y las ganas de aprender. Por supuesto que valoro la formación que he recibido en toda mi carrera, pero si me hubiera limitado a ella, probablemente no sería ni la mitad de profesional de lo que soy hoy.
Siempre veo a muchas personas que pasan por la Universidad sin pena ni gloria, la verdad que me produce lástima. A mí me habría encantado poder ir y, me habré perdido muchas cosas al no haber vivido esa experiencia, no obstante, también he aprendido otras de las que me siento orgulloso. Entiendo que mi situación no es la más normal, pero en serio que todo aquel que tiene la oportunidad de ir a aprender a un sitio debería tomarla con mucha más seriedad para que su aprovechamiento sea el máximo posible.
Gracias por la participación y os animamos a que sigáis participando en futuras propuestas.
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¡Tened cuidado con vuestros gestos! Una gesticulación excesiva puede desviar la atención de los oyentes. También debéis tener cuidado con vuestras poses, por ejemplo, hay personas que cuando se ponen nerviosas y no saben que decir se meten las manos en los bolsillos o adoptan ciertas posturas "extrañas". Para evitar estas situaciones, os recomiendo un bolígrafo. El bolígrafo, lejos de su aparente simplicidad, es un excelente aliado a la hora de una presentación ya que nos permite controlar nuestros gestos a la vez que, con su movimiento, consigue desviar la atención de los presentes hacia donde nosotros queramos.